La historia de las plantas artificiales
Lo aclaramos: ¿De dónde proceden realmente las plantas artificiales? ¿Qué antigüedad tienen las plantas artificiales? ¿Qué materiales se utilizaban antiguamente para las plantas artificiales?
¿Sabía que la historia de las plantas artificiales se remonta a la Antigüedad? Ya entonces se utilizaban diversos materiales, como la seda o la lana, para imitar plantas con fines decorativos. Desarrollaban y utilizaban esporádicamente las primeras plantas artificiales aquí y allá para embellecer sus hogares.
De hecho, las plantas artificiales no irrumpieron realmente hasta el siglo XX. Alrededor de los años sesenta. Fue entonces cuando las plantas artificiales alcanzaron una gran popularidad debido a su versatilidad y a que requerían poco mantenimiento. Una vez más, se utilizaron distintos materiales, como la seda y el plástico. Además, por primera vez se utilizaron materiales reales, como hojas de palmera o bambú, para producir bambúes artificiales con troncos de madera auténtica. Ya entonces, las plantas artificiales tenían que parecerse a las de verdad. Al mismo tiempo, tenían que poder utilizarse en diversos entornos, como hogares, oficinas, restaurantes y hoteles.
Con los rápidos avances tecnológicos de finales del siglo XX, la calidad de las plantas y árboles artificiales disponibles mejoró de forma natural. En la década de 1980, este progreso permitió utilizar nuevas técnicas de fabricación para producir plantas artificiales de aspecto aún más realista, por ejemplo, plantas artificiales con Real Touch. La novedad era que las plantas artificiales podían fabricarse a partir de impresiones de plantas reales y unos colorantes especialmente desarrollados les daban un aspecto aún más natural.
¿Y hoy? Casi exactamente lo mismo. Las plantas artificiales se siguen fabricando con una gran variedad de materiales, dependiendo del uso al que se destinen. El alto nivel de tecnificación en la producción de plantas artificiales permite una gama cada vez más amplia de tamaños y estilos y reproducciones cada vez más realistas. Como en la antigüedad, las plantas artificiales siguen teniendo hoy un único cometido: el diseño decorativo y práctico para una gran variedad de aplicaciones. Deben ser fáciles de cuidar y tener buen aspecto.